Tras ser descubierta en Cannes en 1999 con Inter-view, su película de fin de estudios, por la que obtuvo una mención especial del jurado de la Cinéfondation, Jessica Hausner no ha dejado de acudir al Festival de Cannes. En 2001, estuvo presente en la sección Un Certain Regard con Lovely Rita, en la que ilustra de forma radical la violencia intrínseca de la sociedad austriaca. A continuación, la cineasta fue seleccionada en dos ocasiones, con motivo de Hotel (2004) y Amour Fou (Mad love, 2014), antes de acceder a la Competición con Little Joe, su primera realización en inglés.
Little Joe narra la historia de Alice, una madre soltera que se dedica a la fitogenética y que trabaja para una empresa especializada en el desarrollo de nuevas especies de plantas. La flor que ha diseñado es especialmente interesante por su interés terapéutico, ya que se supone que fomenta la felicidad de las personas. Tras incumplir las reglas al regalarle a su hijo una de estas plantas, bautizadas como «Little Joe», Alice se da cuenta de que la planta parece influir sobre la personalidad de la gente que la rodea. De repente, todo lo que parecía familiar hasta entonces, se convierte en enigmático.
Con Little Joe, Jessica Hausner se sumerge en el género de la ciencia ficción para explorar el vínculo maternal, el conocimiento de los demás y la noción de identidad a través de escenas ambiguas, que no dejan de interrogar al espectador respecto a las intenciones y la integridad de los protagonistas. En este sentido, la película plantea la cuestión de los efectos secundarios de un producto genéticamente modificado, un tema «relacionado con una extraña sensibilización según la cual incluso los científicos a menudo solo hacen suposiciones sin tener auténticas certezas», destaca la directora.